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Top: Steve delivers a speech at at the Valley Radisson hotel during the second Soboroff for Mayor Volunteer Festival, which drew 300 participants.
Bottom: Steve with two members of the USA Gold Medal winning Women's World Cup Soccer Team. |
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La Opinión: Soboroff -- 'Soy un hombre de acción, no un político' (En Español)
Candidato a alcalde favorece los negocios y daría a las comunidades el control de las escuelas
Victoria Infante
Reportera de La Opinión
Para la alcaldía de Los Angeles, Steve Soboroff, uno de los candidatos para ese puesto, se considera "el hombre adecuado para el momento preciso".
"Ahora es más necesario que cuando [Richard] Riordan fue electo, tener [en la alcaldía] a un hombre de negocios, porque tenemos una economía que va a sufrir una baja", dijo Soboroff, un influyente empresario del Valle de San Fernando, que se ha dado a conocer en la contienda por su discurso directo y espontáneo.
El ahora político, que se niega a reconocerse como tal, es quizá el menos conocido de los seis funcionarios que buscan tomar el puesto que en junio dejará el alcalde Richard Riordan. Pero no por eso piensa que tiene menos posibilidades.
Soboroff, hijo de inmigrantes rusos que se establecieron originalmente en Chicago, es el único candidato que rechazó los fondos públicos para financiar su campaña. En cambio, decidió sacar dinero de su propia bolsa, no sin antes retar a sus adversarios a hacer lo mismo. De esta manera, no tendrá un límite para invertir en su promoción.
Este ha sido uno de los puntos que le han criticado algunos de sus detractores, entre ellos, el concejal Joel Wachs, con quien disputa particularmente el voto del electorado del Valle de San Fernando, debido a que consideran que con este hecho Soboroff "comprará" la alcaldía.
Lo mismo se le reprochó a Riordan hace ocho años, cuando contendió por la alcaldía y también usó sus propios recursos.
Amistad con Riordan
Se estima que Soboroff, quien desde el final del mes pasado comenzó a transmitir anuncios por televisión, gastará entre cuatro y seis millones de dólares de su propia fortuna, cantidad que se ha negado a confirmar.
La similitud entre los casos de Riordan y Soboroff, de 52 años y agente de bienes raíces, es algo de lo que ha convertido a estos dos hombres en entrañables amigos y consejeros mutuos, primero Soboroff de Riordan y ahora Riordan de Soboroff.
"Nos conocemos desde hace 15 años. Yo hice muchas cosas que los políticos no hicieron. Por ejemplo, muchos políticos hablaron de proyectos e inventaron historias, pero yo fui el que los hizo realidad. Riordan cree en mí porque soy independiente y porque hago las cosas, no porque soy su `junior'", señaló.
En septiembre de 1999, el alcalde dio su apoyo a Soboroff, cuando éste se desempeñaba como uno de sus consejeros sin sueldo. En esa ocasión, Riordan dijo que confiaba en que, quien hasta hace dos semanas fuera el presidente de la Comisión de Parques y Recreación, sería el que llevaría a Los Angeles hacia adelante.
Otro asunto que quedó claro, fue que el alcalde quería que su sucesor fuera una persona ajena a la política y favorable a los negocios.
"Me apoya porque soy un hombre de acción, no un político", insistió Soboroff, quien como lema de campaña usa la frase "Un solucionador de problemas. No un político".
La educación
Entre sus prioridades, dijo el candidato, está la educación. Considera que el sistema actual ha fallado en educar correctamente a los niños, de los cuales se calcula que 70% son latinos.
También critica que las escuelas estén sobrepobladas y que no tengan suficientes maestros, libros de texto y programas extraescolares.
Si llegara a ocupar la alcaldía, tal y como lo menciona en uno de los comerciales de televisión, propondría dividir el Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD) y pasaría el poder de las escuelas a cada vecindario.
De esta forma, asegura, cada grupo determinaría y atendería sus propias necesidades, sin depender de un sistema burocrático que califica de ineficiente.
Soboroff sabe de lo que habla, porque según él, ha recorrido 438 escuelas del distrito, algo que dice, le da ventaja sobre sus adversarios. El, como presidente de un comité independiente, se encargó de supervisar la distribución de un fondo destinado a la reparación de planteles.
"El LAUSD es un sistema que no permite que buenas personas hagan bien su trabajo", dijo.
A Soboroff también se le atribuye que se hayan realizado en Los Angeles varios de los proyectos más importantes que ha tenido la ciudad en los últimos años: el corredor Alameda y el Staples Center.
Reforma policial
Además de esto, algunos de sus adversarios no están de acuerdo con la postura que Soboroff ha tomado respecto del Departamento de Policía de Los Angeles (LAPD), que entró en una profunda crisis de credibilidad luego de que salió a la luz pública el escándalo de la División Rampart.
Soboroff, como Riordan, se opone a que intervenga en este asunto el gobierno federal. En cambio, sin ahondar en el punto, propuso que se dé apoyo a los agentes de la policía y se suba la moral del personal de la corporación "para que Los Angeles sea una ciudad segura".
"Estoy a favor de una reforma en el LAPD; estoy en contra de que no funcione como debe. En comparación con los otros candidatos, hago las cosas más rápido con menos recursos, y por eso propongo que se impulse una reforma en lugar de darle esta responsabilidad al gobierno federal... Eso implica mucho dinero y burocracia", manifestó Soboroff.
James Hahn, también candidato a la alcaldía y actual procurador municipal, opina en cambio que la orden judicial para reformar al LAPD --a la que se opone Soboroff--, no debería interferir con el mantenimiento de la seguridad pública.
"Yo no creo que una cosa vaya en detrimento de la otra. Tendremos una ciudad más segura cuando la gente pueda sentir total confianza en su departamento de policía", sostuvo Hahn.
Transporte
Otra de las propuestas de Soboroff tiene relación con el transporte urbano. Para él, éste debe ser más limpio, más seguro y más confiable para la comunidad. Si llega a la alcaldía, aseguró, se enfocará en hacer que este sistema "vaya a donde va la gente, y venga de donde viene la gente".
Desde que comenzó su propaganda, Soboroff se ha enfocado en recalcar que él no es un político, porque, dice, él no vive de esto, como los otros candidatos.
"Primero, yo fui entrenado para concluir cosas, no para perpetuarlas. Segundo, en mi trabajo como agente de bienes raíces me pagan cuando termino, en cambio, los políticos suelen estar contentos con ofrecer una conferencia de prensa, con retrasar las cosas hasta la siguiente reunión. Yo no seré político después de ocho años, porque sólo quiero ser alcalde de la ciudad, no intento ir a otra parte después".
Desde que inició su labor en el sector público, hace 10 años, Soboroff ha sabido combinar estas responsabilidades con las del exitoso hombre de negocios. Actualmente dedica 90% de su tiempo a la campaña y el resto a su familia y a sus negocios. Pero, sabe que si llega a la alcaldía, la carga será menor que la que tiene ahora.
"Este es el momento más difícil; cuando llegue a ser alcalde habrá un balance", dijo Soboroff, un hombre de sonrisa fácil que llegó a Los Angeles, procedente de Chicago a los 14 años de edad.
El candidato, está consciente de que, de ganar la contienda, tendría que dejar --por lo menos temporalmente--, su posición de empresario por la de un puesto que podría representar constantes problemas a solucionar.
"Creo que ambas posiciones son cómodas. Esto es algo natural para mí... Voy de una actividad en la que he sido exitoso a una en la que seré exitoso. No hay diferencia para mí. No siento que estoy dejando algo cómodo por algo que no lo es", dijo el empresario, padre de cinco hijos y casado desde 1982 con Patti Soboroff.
Tácticas empresariales
Incluso, piensa que será más efectivo aplicando sus estrategias de hombre de negocios en la política.
"Cuando estás lidiando en el gobierno estás lidiando con una democracia, y cuando estás en negocios estás lidiando con una dictadura. La dictadura es fácil, la democracia es exhaustiva, y yo soy bueno en eso... Creo que mis habilidades como empresario me han ayudado en mi vida pública".
En esta contienda, por primera vez en años, participan dos latinos con posibilidades: el ex asambleísta Antonio Villaraigosa y el congresista Xavier Becerra, además de Wachs, Hahn y la contralora del estado Kathleen Connell.
Al respecto, Soboroff sostuvo que un apellido no debería influir en la decisión de los votantes, sino en lo que el contendiente ha hecho por la ciudad.
Soboroff, quien desde 1968 pertenece a la organización Big Brothers of Greater L.A., de la que es presidente vitalicio, insiste en que él es una opción natural para los latinos, porque, entre otras cosas, tiene los mismos valores que ellos.
"Miren lo que he hecho en 33 años. Mírenme a los ojos y verán mi corazón. Al final, mi trabajo es el que habla", finalizó diciendo.
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